Nueva vida para una cómoda.
Una comoda salvada de un destino incierto.
Antes.
De un color caoba muy oscuro y con partes de madera maciza y otras de chapa muy brillante, cubierta de un barniz de poliester.
Pero a pesar de todo, sus formas prometían mucho.
Después de muchas manos de lija,(en esta parte recibí ayuda de Sandra y de mi marido) hasta dejar la madera completamente limpia de tintes y barnices, tanto por dentro como por fuera.
Comencé con la pintura: mano de pintura, mano de lija. Cuando llevaba siete manos deje de contar. "Un trabajo de chinos" de ahí lo de "la laca china."
La encimera me dio bastante trabajo tenía una chapa muy fina con algunas grietas que conseguí tapar a base capas y capas de laca. Más tarde pensé, ponerle un cristal para protegerla.
Decidí parar cuando al pasar la mano sobre ella con los ojos cerrados no notaba ni una sola imperfección.
Creo que el resultado merecio la pena.
Después
Cambié las molduras de los cajones. Y les dí color.
Los tiradores eran preciosos, con imágenes de diferentes escenas campestres y aunque me lo pensé decidí sustituirlos por otros de "Zara Home" con un estilo más moderno.
Forre la base interior de los cajones con servilletas de papel.
Ahora luce así de bonita en un rincón de la casa de Sandra y Luisma.