Hoy es el cuarto domingo de Adviento. Cuatro velas para encender.
Ahora si, ya es Navidad.
Deseo de todo corazón, que vuestros deseos se cumplan si son para bien.
Hace unos años, me dio por hacer corazones con las telas que me habían sobrado de otro trabajo.
Hice corazones, cortándolos con tijeras de picos, a los que pase un pespunte con hilo de perle grueso en el mismo rojo. Después de rellenarlos, un lacito de organza como adorno.
Con ellos hice para las ventanas, guirnaldas horizontales...
y verticales .
Y como habéis visto algunos terminaron como adorno de una cesta, o en el árbol de Navidad.
Como en un cuento de fantasía, hadas, elfos y duendes.
Desde hace unos años, cada principio de otoño.
Estos duendecillos se cuelan en mí jardín.
Llegan silenciosos, buscan su rincón, se tumban sobre el musgo entre la vinca, y los brotes de acebo.
juegan entre las flores, van buscando...
las pocas mariposas que resisten a los primeros fríos.
Se sientan o acomodan sobre las setas y las flores
contando historias de un mundo de fantasía.
Con las primeras nieves desaparecen y ya no se les vuelve a ver.
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Los hice para jugar con mi nieta cuando aún era muy pequeña.
Con fieltro: adornos, zapatos, gorros, ropa y
Con lana: para jersey, polainas y bufanda
un poco de yute para pelo y las trenzas.
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Fue muy entretenido aunque me llevo mi tiempo.
Ahora se ven por todas partes y se pueden comprar fácilmente,pero yo volvería hacerlos.
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Se que hace mucho tiempo que no publicaba.
La vida se me ha complicado un poquito pero sigo haciendo las cosas que me gustan y en la medida de lo posible de vez en cuando seguiré publicando algunas de ellas.
